
No te derritas en verano. ¡Pídeselo a la IA!
Durante las jornadas más tórridas y pesadas del año, en ESENCIAL valoramos aún más las tediosas tareas que hemos dejado en manos de la IA. Ya os habréis dado cuenta de que la inteligencia artificial no pide vacaciones, no sufre en medio de la feroz canícula y no divaga con lo que hará este verano en Tokio o Estepona. No pierde los nervios a 38º a la sombra, responde siempre con optimismo y educación y nos presta su ayuda, sin importar la hora o las condiciones atmosféricas.
¡No nos falla nunca!
Cada vez nos recuerda más a una madre abnegada o un amigo incondicional que siempre responde, en el momento más difícil o descorazonador. Un apoyo de verdad, que nos facilita el trabajo de comunicación, reduce el estrés y mejora los resultados. Nada menos.
Aquí tenéis una lista de tareas que en ESENCIAL nos está facilitando esta buena amiga de los agentes de prensa:
1. Análisis de cobertura sin dramas
Con la IA, ya no hay que leerse 50 clips a mano, ni hacer infinitos Excel para detectar patrones. Utilizamos herramientas que identifican menciones, evalúan el tono y ofrecen insights en cuestión de minutos. Todo listo antes de que acabes tu primer café helado del día. ¿Resultado? Informes útiles, accionables y sin derretirse en el intento.
2. Borradores que no sudan la camiseta
Sí, usamos IA generativa para crear primeros borradores de contenidos como, artículos o discursos. Pero no le damos carta blanca: somos nosotros quienes ponemos el enfoque, el tono, el toque estratégico y la edición final. Digamos que la IA hace el trabajo de base (sin quejarse ni pedir aire acondicionado), y nosotros lo convertimos en contenido que conecta.
3. Monitorización sin estrés
Las herramientas de IA nos permiten detectar cambios de tendencia, picos de conversación o focos de riesgo antes de que se conviertan en incendios. Es como tener un radar siempre encendido, incluso cuando la mitad del equipo está fuera o el grupo de WhatsApp de la oficina solo habla de sombrillas y chiringuitos.
4. Mensajes afinados para cada contexto
Probamos variantes de titulares, frases de impacto o asuntos de email, con ayuda de nuestra IA, para entender qué funciona mejor, según el canal, audiencia o temática. Es como tener un termómetro (je je, qué guasa) para testar qué mensajes calarán y afinar antes de lanzarlos.
5. Comunicación clara sobre IA (sin tecnicismos)
Muchas empresas tech nos piden ayuda para explicar qué hacen en IA… sin sonar a ciencia ficción ni a manual técnico. Aquí entramos nosotros:
formamos portavoces, aterrizamos mensajes y construimos relatos creíbles y diferenciales. Porque si ni tu equipo entiende lo que cuentas, difícilmente lo hará el mercado. Ahí también nos ayudan los ChatGP; Claude o Perplexity de turno, aportando versiones más populares y accesibles.
En suma, la inteligencia artificial no sustituye lo que hacemos, lo completa. Sí, está claro, que nos permite hacer mejor nuestro trabajo, aligerarlo o aliviarlo de tareas insufribles. No se cansa, no se abruma, y no sufre bajones de energía, ni se recalienta, ahora que la ola de calor aprieta.
Nosotros ponemos la estrategia, la visión y el criterio. Ella, la velocidad, la precisión y la resistencia.
Y encima evita que nos derritamos en verano. ¿Alguien da más?